Pregúntale al polvo, 2025
Todas las cosas y todos los cuerpos dejan restos diminutos. No hay nada que guarde más memoria que el polvo.
Esta serie, homónima de la novela del escritor John Fante, surge de pensar el espacio de trabajo del artista como un espacio de memoria. Pero no una memoria lúcida, no una memoria eficiente que trae recuerdos o pensamientos útiles que aportan al momento presente; sino una memoria lastre, llena de restos inútiles e inoperantes. Una memoria acumuladora de insignificancias y que por ello causa incomodidad y comezón. Memoria-polvo.
Portador de TODO, el polvo es NADA para la mirada general. Pero basta con afinar mínimamente el ojo para percibir que el desperdicio diminuto se halla en todos lados. El tono negro de estas diez piezas ha fungido como testigo y recolector de esta memoria despostillada en mi taller, a veces he querido juntar todo el polvo acumulado en él y preguntarle sobre el camino que debe tomar mi pintura.
Hasta ahora sólo he conseguido mucha comezón en mi nariz.
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